domingo, 8 de mayo de 2016

EL PROCESO DE PAVONADO.




El pavonado de las armas es una oxidación controlada sobre la superficie, que luego del proceso mantiene cierta estabilidad si es cuidada adecuadamente. Su finalidad original era quitar el reflejo que el metal pulido tiene, pero, después se lo empezó a ver como un adorno que inteligentemente combinado, podía embellecer la apariencia de las armas.


Consiste en la aplicación de una capa superficial de óxido abrillantado, de color azulado, negro o café, con el que se cubren las piezas de acero para mejorar su aspecto y evitar su corrosión.
Los orígenes del pavonado son un tanto inciertos, remontándose a cerca de tres siglos. Lo que sí se conocía es que calentando el acero hasta alcanzar un tono azulado y sumergiéndolo en aceite, aumentaba considerablemente su resistencia a la herrumbre.


Existen muchos modos de pavonado, algunos han caído en el desuso por costosos o engorrosos en su realización, quedando en la actualidad tres solamente: el pavonado al ácido, el pavonado alcalino y el azul real.
El ácido es sin duda el método que proporciona mejor calidad, durabilidad y aspecto. Pero requiere mucho tiempo para lograr el resultado deseado. Se obtiene mediante la aplicación de ácidos que proporcionan una oxidación superficial de gran adherencia y durabilidad. En cambio el alcalino es mucho más fácil de lograr y en muy poco tiempo, por lo que es el método utilizado habitualmente.
1.- El pavonado al ácido
Es un proceso intrínsecamente manual que consiste en humedecer el arma con un hisopo embebido en una combinación de ácidos y dejarlos secar al ambiente. Por supuesto, ésta deberá primero estar completamente limpia y lavada con solventes para desengrasarla. Luego de varias horas, sobre la pieza aparecerá una especie de terciopelo color ladrillo, el que será retirado cuidadosamente con cepillo mecánico de finísimo acero o manualmente con lana de acero. La pieza, entonces, se colocará en un baño de agua hirviendo en el que permanecerá aproximadamente media hora. Al sacarlo, se lo escurrirá rápidamente y si quedara alguna gota de agua, habrá que secarla con un secador de cabello, evitando que quede rastro alguno de ella, porque luego se convertiría en una mancha.
La pieza irá tomando el negro final en forma gradual, al repetirse la operación superponiendo las “capas” de ácido, retirando el “terciopelo” e hirviendo la pieza. El resultado es un negro semi mate, con una especie de porosidad pareja y muy fina.


2.- El pavonado alcalino.
Es el más difundido. Las piezas correctamente lavadas, desengrasadas y secadas, son colocadas en un baño de pavón que se produce de la combinación de salitre, soda cáustica y cianuro con agua, que se encuentra hirviendo. Luego de unos diez minutos, se retiran las piezas para ver como va tomando el color y así poder tener una idea del progreso del trabajo, lo que se repetirá en forma periódica hasta lograr el acabado deseado. Una vez obtenido esto, se retiran las piezas y se las sumerge en agua en forma inmediata, enjuagándolas bien para luego repasarlas bajo una canilla de agua corriente. Algunos tenemos la costumbre de pasarlos del baño de pavón a la batea con agua hirviendo y luego al baño de agua fría, pero es un gusto personal. Una vez retirada del agua, hay que secarla completamente y en forma inmediata someterlas a un baño de aceite, dejándolas bien empapadas en él para que se termine el proceso. El acabado será un negro brillante, tanto como se haya pulido la pieza. No es recomendable para aquellas armas que tengan piezas adosadas (p. Ej. Porta fusil unido al cañón) mediante soldaduras de estaño.


3.- El azul real
Es aquél apasionante color casi eléctrico que algunas piezas tienen. Es el menos común de todos y es obtenido de distintas formas. Generalmente se lo hace a partir de la inmersión de la pieza en una combinación de sales químicas que luego son calentadas al fuego. Se revisa periódicamente la toma del color corriendo una pequeña porción de la mezcla que la cubre para luego taparla inmediatamente, hasta obtener el color deseado. Luego se la sumerge en aceite para la fijación final. Es un baño sumamente frágil y que necesita mucho cuidado para ser mantenido incólume. Generalmente se lo aplica a pequeñas piezas para dar detalles de color al conjunto total del arma. Su costo es alto.


4.- Otros Tipos de pavonado
Se han obviado otros antiguos procedimientos porque no se utilizan más en la industria ni en la artesanía, debido a que fueron superados por procedimientos más simples, con menor consumo de tiempo y necesidad de elementos y combinaciones químicas.
Otros, más simples fueron superados simplemente por el progreso. Ese es el caso del pavonado al aceite; originalmente se hacía una solución de flor de azufre con esencia de trementina con la que se untaba la pieza y luego se la sometía al calor de una lámpara de alcohol, que – al elevar la temperatura de la misma – provocaba la creación de sulfuro de hierro en su superficie, dando una terminación negro brillante. Luego, la pieza se repasaba con aceite de oliva mezclada con grafito y se la frotaba con paño de lana. Este procedimiento fue reemplazado con el uso del aceite para autos, que mediante el mismo procedimiento, da idéntico resultado. Cabe aquí aclarar que este aceite no debe tener ningún aditivo, especialmente los de antifricción, como el bisulfuro de molibdeno, porque el acabado será hermoso, pero se descascarará al poco tiempo.


Obvio es recordar que la pieza previamente deberá estar bien limpia y pulida, con lo que se ayudará a su aspecto final.
Este procedimiento es particularmente útil para piezas de pequeñas dimensiones que no se afecten por la temperatura, como ser pasadores o tornillos, por ejemplo.
Antiguamente, se hacía otro tipo de pavonado: el proceso de amarronado (Browning process, en inglés). Este sistema era una oxidación controlada por pasos que daba un color marrón oscuro. Se realizaba mediante la colocación de la pieza a procesar en el interior de una batea que tenía en el fondo trapos viejos mojados. La pieza se colocaba suspendida en el interior de la batea que se tapaba y se dejaba al sol para crear un ambiente húmedo que generase la capa de óxido sobre la superficie. Cuando se completaba la primera capa, se pulimentaba la superficie suavemente, se la hervía y secaba y luego se la volvía a colocar en la batea para que volviese a oxidarse. El proceso se repetía en tantas oportunidades como fuese necesario hasta lograr el tono final, luego de lo cual se curaba el acabado con aceite durante 24 horas para que fije la terminación.


En la actualidad, existe una fórmula química comercial que produce este acabado de una manera más sencilla.
Otro sistema que pasó al olvido es el que se conocía como “Pavonado Negro Suizo” que se lograba mediante la inmersión de la pieza por unos minutos en un baño compuesto por Acido Nítrico, Agua Destilada, Sulfato de Cobre, Cloruro Férrico y Alcohol de 95°, del cual se la retiraba y se dejaba oxidar por unas 10 horas colgada cerca de la superficie de una batea con agua hirviendo. Luego, se la sumergía en el agua por unos 15 minutos, se la retiraba, se secaba y se repetía la operación tantas veces como fuera necesario para lograr el acabado deseado. Terminado el proceso, se frota la pieza con aceite de lino caliente mezclado con grafito, para curarla.


Estos son mayormente los acabados más conocidos, la mayoría de ellos en desuso, que fueron reemplazados por acabados comerciales más sencillos de producir en cantidad. Ahora, a modo de colofón, diré que el acabado final de la pieza dependerá en casi todos los casos del correcto pulido y desengrase de la misma, de la calidad de los componentes del baño a aplicar y, en gran medida, de la pericia y experiencia de quien lo realiza, dado que existen ciertas particularidades de cada proceso que sólo los que trabajan habitualmente con él pueden conocer. Además están los siempre presentes imponderables. Sólo baste recordar que luego del pulido, es necesario desengrasar la pieza correctamente, usar guantes de goma para evitar manchar las piezas con la transpiración de las manos y ser cuidadoso y dedicado en todos los pasos.

Espero que les guste el artículo.

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